domingo, 17 de junio de 2012

Rodney King aparece muerto en la piscina de su casa



Rodney King, el afroamericano cuya paliza en marzo de 1991 a manos de siete agentes de la policía de Los Ángeles provocó una guerra racial, ha muerto este domingo a los 47 años. Es un final trágico para una vida marcada por aquel incidente y por años de delincuencia, después de que su novia confirmara que el cadáver apareció flotando en la piscina de su casa de Los Ángeles.

King ha muerto dos meses después de que se cumplieran 20 años de las revueltas callejeras que surgieron tras su sonora paliza. En total, murieron 53 personas y las pérdidas en la batalla campal con las autoridades rondaron los 1.000 millones de dólares.

Entonces confesó que estaba al borde de la bancarrota y que los problemas con las drogas y el alcohol habían persistido durante las últimas dos décadas de su vida. De hecho, el día que fue detenido por toda aquella avalancha de agentes de policía, trató de huir por conducir embriagado y con el temor a violar la libertad condicional. Con 25 años, King había sido condenado por un robo en abril de 1991.
"Sentí que estuve a un palmo de la muerte", dijo hace dos meses en una entrevista en 'Los Angeles Times', además de asegurar que estaba en paz consigo mismo y con lo que pasó. "Cambiaría algunas cosas de mi vida, pero no mucho".

Aún se desconocen las causas exactas de su muerte, pero se sabe que no tenía trabajo y que atravesaba una situación personal difícil. Su repentina fama le ayudó a conseguir dinero y una indemnización de la ciudad por 3,8 millones de dólares, un capital que se esfumó con el paso de los años.

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